Realidades de exclusión aun dentro de la exclusión reinante, excluidos de todas partes, menos del corazón de Dios, de los Religiosos y Religiosas Hospitalarios y de las familias de los enfermos mentales, a los que aman como los ama Dios; sin esperar que en ellos las cosas cambien, los aman porque son sus hijos o sus hermanos, para ellos no son los últimos sino los primeros.
¡Cuanto entiendo en esos momentos a Jesús en su tiempo!, como entiendo su caminar por sobre la raya, donde termina lo socialmente aceptado y lo que estaba marginado de todo, qué consolador pensar, que también yo con mis miserias y enfermedades emocionales o morales, soy objeto de su amor y misericordia. Ojalá, como a mí, esto les haga pensar...
Desde el corazón. Manolo, un cristiano como usted...